Los afeminados

Pregunta:

La palabra de Dios dice que los afeminados no entrarán al Reino de Dios, tengo un amigo con este problema, él aceptó al Señor y está muy confundido, mas no quiero que desmaye, necesito mucha ayuda bíblica para ayudarlo, él se dispuso a cambiar, pero lo siento frío distante con el tema, y está muy aferrado a su pareja, necesito puntos específicos de la Palabra de Dios para este caso.

Respuesta:

Comprendo que tener amigo con el problema de practicar relaciones homosexuales es muy difícil para uno que cree la enseñanza bíblica. Incluiré más adelante lo específico de la Palabra de Dios. En cuanto al tema del homosexualismo, se trata de un tema muy sencillo de declarar lo que la Biblia dice, pero muy difícil de tratar con una persona que no necesariamente acepte lo que la Biblia dice sobre su pecado sexual.

Creo que lo primero, si en realidad desea confrontar esta situación, es escuchar, no decir. Los homosexuales tienden a ser muy infelices y sufren mucho de la depresión, aunque muchas veces no se presentan así. Han sido rechazados, defraudados, ridiculizados, maltratados, etcétera. Que alguien sinceramente se interese en su bienestar y sin tener algún interés sexual les puede impresionar profundamente. En esto, el ejemplo de Jesucristo es poderoso y lo puede ser el ejemplo suyo también.

Además de escuchar y tratar de comprender su sufrimiento, su ansiedad, su historia – creo que hay que presentarle la persona de Jesucristo que encontramos en Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Que conozca profundamente a este verdadero hombre en todo Su poder Divino, toda Su compasión, Su paciencia, Su amor legítimo, Su humildad, y finalmente Su sacrificio por nosotros. Si esto no le llama la atención, dudo que ayuden argumentos sobre lo perverso que es el homosexualismo o la condenación eterna que les espera a aquellos que siga practicando este pecado (al igual que muchos otros).

Un ejemplo (como si usted tratara con una mujer casada con un hombre que anteriormente tuvo otra esposa): ¿Cómo se sentiría su amiga si usted le declarara que no tiene derecho de estar con su marido porque él tuvo otra esposa anteriormente? Y si le quisiera demostrar con textos bíblicos que ella se va a condenar por estar practicando el adulterio, ¿cuál sería su reacción?

El ejemplo que le puse no tiene el mismo impacto emocional que el caso de su amigo porque en el caso de él, se trata de algo que impacta su propio concepto de su sexualidad – de su persona. No se trata sencillamente de condenar su relación con su pareja sino de condenar sus propios deseos sexuales en sí.

Obviamente, llegará el momento de enfocar el pecado de la homosexualidad y de ofrecerle ayudar para no actuar sobre la base de sus impulsos sexuales. No obstante, llamarlo al arrepentimiento ANTES que conozca de forma genuina y bíblica a Jesucristo (Su amor, Su compasión, Su poder, Su sacrificio por nosotros, etcétera), me parece prematuro. Es esencial que poco a poco llegue a creer en Dios, en la autoridad de la Palabra de Dios, y en la Persona de Jesucristo. Es esencial que sea atraído por el Cristo que fue levantado por nosotros. De otra forma le será demasiado fácil rechazar cualquier texto bíblico que condene su pecado sexual y relativamente fácil encontrar a una religión que aprueba sus relaciones homosexuales.

Aclaro que no es pecado que él sienta attracción por otro hombre (aunque para nosotros sí es muy repugnante). El pecado está en actuar sobre ese deseo. Es similar al soltero que sienta atracción por una señorita o un hombre casado que sienta atracción por una mujer que no sea su esposa. La atracción no es pecado sino el actuar sobre el deseo sexual que siente o codiciarla en su corazón. La enseñanza bíblica para ambos es igual: “Huid de la fornicación” (1 Corintios 6:18).

Las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son vergonzosas y resultarán en la condenación eterna si la persona las sigue practicando (Romanos 1:26,27). Así fue también bajo la ley del antiguo pacto (Levítico 18:22; 20:13). Fue uno de los pecados abominables de los hombres en Sodoma (Génesis 19:5) mucho antes de la ley de Moisés. Dios no creó a varón y varón sino que creó al varón y posteriormente creó la hembra para completarlo como compañera, para tener relaciones sexuales y procrear hijos (Génesis 2:18-25). Dios sabe muy bien cómo creó al ser humano y está muy consciente de las pasiones sexuales que son parte del ser humano. Por tanto, en el nuevo pacto, Dios NO dice que cada hombre tenga su propio hombre o su propia mujer para evitar la fornicación sino que cada hombre tenga su propia mujer para evitar la fornicación (1 Corintios 7:1-5). Vea también 1 Timoteo 1:10.

Hay diferentes factores que predisponen a ciertas personas a ser tentadas con este pecado al igual que hay factores que predisponen a diferentes personas a ser tentadas con muchos otros pecados. Algunos de estos factores, en el caso del homosexualismo específicamente, tienen que ver con el trato (emocional y sexual) que el individuo recibió en su niñez y adolescencia. Esto no es excusa por su conducta. Pero es necesario tomarlo en cuenta para llevar al homosexual al arrepentimiento. Es algo que la misma persona quizá necesite examinar en más detalle en el futuro para comprenderse mejor, pero probablemente no sea necesario por el momento si todavía no practica el homosexualismo sino que solamente siente la atracción por una persona.

Además, hay que proceder con mucha paciencia, amor y el firme propósito de lograr la redención de esta alma porque si sigue practicando el homosexualismo, estará encadenada en una esclavitud pervertida que destruirá su alma, su bienestar emocional y probablemente su salud física. Es importante que sepa que Dios le ama y le quiere dar la mejor vida posible ahora y vida eterna y que usted ama su alma a pesar de no estar de acuerdo con su conducta.

Algo muy importante que esta persona necesita saber inmediatamente es que sentir la atracción por otra persona no es justificación para actuar sobre la base de esta atracción. Por supuesto, necesitará el poder de Cristo Jesús en su vida para resistir esta tentación, al igual que los heterosexuales cuando son tentados por la atracción por una persona ya casada con otra. En el curso sobre El Evangelismo Personal (www.cbpoc.net/cursos1) encontrará un pequeño estudio sobre cómo resistir las tentaciones que le ayudará con los principios fundamentales que podrá aplicar al caso específico de la tentación sexual que experimenta esta persona.

Será importante que esta persona entienda que el Nuevo Testamento nos habla de homosexuales que fueron convertidos y librados de esta práctica. No tiene que ser algo permanente en la vida de uno (1 Corintios 6:9-12). Hay salida y esta salida es por medio de Jesucristo y las instrucciones de la Palabra de Dios que cambian la mentalidad de uno radicalmente.

Espero que esta información básica le ayude. Si tuviera otras preguntas específicas al respecto, con gustro trataré de responderle dentro de los límites de la revelación bíblica y mi propio conocimiento de ella. A continuación incluyo un estudio con sugerencias para superar este pecado.