Pregunta:
Según Filipenses 1:21 24 cuando morimos vamos a la presencia de Cristo. Pero según Lucas 16:23 cuando morimos vamos al hades, al lugar de consuelo. )Cómo podemos explicar estos dos pasajes?
Respuesta:
La respuesta es sencillamente que el lugar de consuelo en el Hades está en presencia de Cristo. El paraíso de Dios, la morada de los espíritus de los fieles, está en presencia de Dios. Esto mismo es lo que la visión de Apocalipsis 7:9 17 señala. Cuando los santos de Dios van al Hades "están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo". No debemos pensar del Hades como un lugar apartado de Dios y Cristo. Ese mundo espiritual (específicamente la parte que corresponde al cristiano fiel) están en presencia de Cristo. En Apocalipsis 6:9 11 las almas de los santos muertos estaban en presencia de Dios "bajo el altar"(vea Apocalipsis 8:3 que revela que el altar "estaba delante del trono").
Cuando dejamos esta vida pasamos a la presencia de Cristo, ya no por fe sino por vista (Filipenses 1:21 24; II Corintios 5:6 8). El único tiempo en la existencia del cristiano cuando éste está "AUSENTE" del cuerpo es durante su permanencia en el "hades" o sea el "paraíso" después de la muerte física y antes de la resurrección cuando será reunido el cuerpo glorificado con el espíritu. Y es cuando estamos ausentes del cuerpo que pasamos a estar presentes con el Señor según II Corintios 5:8. Por este motivo personalmente llego a la conclusión que "el seno de Abraham" o sea aquella parte del hades que habita el espíritu del cristiano fiel está en presencia de Cristo (delante del trono de Dios).
Tal vez se estará preguntando: )qué diferencia habrá entonces entre la bendición del cristiano en el Hades y su bendición en la gloria eterna en la nueva creación de Dios? Hay al menos una gran diferencia que yo entiendo y es que entonces también gozaremos de la redención del cuerpo que será resucitado y glorificado (transformado en incorrupción). El ser humano no es espíritu solamente. Para su completa redención y gloria, el cuerpo también tiene un papel muy importante. Vea I Tesalonicenses 5:23.
Considere esto. Ahora en esta vida gozamos de muchas de las mismas bendiciones que tendremos en el más allá pero por fe, no por vista. Esta vida terrenal impide que apreciemos y gocemos completamente de todo lo que Dios nos ofrece. En el Hades será mejor porque no tendremos las limitaciones de esta vida y ya no será por fe sino por vista. Pero todavía nos faltar gozar de todas las bendiciones de Dios en toda su plenitud en nuestro ser completo: cuerpo y espíritu redimidos. Esto está reservado para después de la resurrección y el juicio final cuando también podremos regocijar por la derrota final del diablo y todos sus servidores y la salvación eterna de todo el pueblo de Dios.