Pregunta:
En relación a los temperamentos, puesto que son naturales propios, ¿son aceptables en nuestro comportamiento? Mi marido se justifica que es así y que tengo que comprenderlo en sus puntos negativos.
Respuesta:
Se debe entender primero que el hombre NATURAL no es igual al hombre ESPIRITUAL (I Corintios 2:14,15). Segundo, el hombre natural, carnal tiene que ser crucificado al hacerse cristiano (Gálatas 2:20; Romanos 6:3-7).
Su marido tiene razón al decir que usted lo debe tratar de “comprender”de la misma manera que él la debe tratar de comprender, PERO esto NO justifica los aspectos de su carácter que no está de acuerdo con la voluntad de Dios. El hecho que uno tenga ciertas debilidades como parte de su temperamento NO es pretexto para seguir cediendo a estas debilidades. El cristiano debe ser creado según Dios como hombre nuevo (Efesios 4:22-24) transformado por medio de la renovación de la mente (Romanos 12:1,2) porque es nueva criatura en Cristo (II Corintios 5:17). Por ejemplo: si uno, por temperamento, es de carácter violento, esta violencia tiene que ser dominada, controlada y el enojo expresado de manera de no pecar.
Hay que recordar que la personalidad o carácter de uno NO solamente se forma en base al temperamento natural con que nace sino también en base a influencias sociales (en especial de la familia) en su vida y también por el impacto de influencias espirituales (muchas de ellas negativas por medio del diablo) en su vida.