Pregunta:
¿Ya se efectuó la segunda venida de Cristo? ¿Es cierto que vino en el año 70?
Respuesta:
La respuesta sencilla y directa es: No se ha efectuado todavía la segunda venida de Jesucristo. Lo que ocurrió en el año 70 no fue la segunda venida de Jesucristo prometida, por ejemplo, en textos bíblicos como Hebreos 9:28; Juan 14:3; y Hechos 1:11.
La confusión se debe, en parte, a no hacer la distinción de los juicios temporales del Señor y Su venida por segunda vez en el día final. En el año 70 sí vino para juzgar en forma temporal a la ciudad de Jerusalén y la nación de Israel tal como había prometido en Mateo 23-24. En ambos testamentos la Biblia menciona varios días del Señor para juzgar a distintos pueblos rebeldes. No obstante, estos no son la venida de Cristo por segunda vez. Pero si estudiamos con cuidado las declaraciones acerca lo que sucederá al venir Cristo para llevarnos consigo a la gloria celestial, notaremos que es muy distinta de cualquier otro evento en la historia del mundo.
La venida personal de Cristo por segunda vez ocurrirá en el último día del tiempo. Es lo que el texto bíblico llama “el fin” (1 Corintios 15:24) de la historia terrenal que comenzó cuando Dios creó el universo en “el principio”. En 1 Corintios 15:22,23 el Espíritu Santo declara que los muertos que pertenecen a Cristo serán resucitados “en su venida”. ¿Y luego? “Luego el fin” (1 Corintios 15:24). La venida segunda de Cristo es inmediatamente antes del fin del tiempo. Esto concuerda con la enseñanza bíblica que los muertos resucitarán en “el día final” (Juan 6:39,40,54). Es el mismo “día final” cuando todos serán juzgados por las palabras de Cristo (Juan 12:48; Hebreos 9:27,28; Apocalipsis 20:12). Es el mismo día cuando Cristo entregará el reino al Padre (1 Corintios 15:22-28).
Ninguna de estos eventos trascendentales que sucederán cuando Cristo venga por segunda vez sucedió en el año 70. Se puede agregar a todo esto la destrucción del día del Señor que ocurrirá cuando este universo material sea “deshecho” y reemplazado por cielos nuevos y tierra nueva (2 Pedro 3:10-12; Apocalipsis 20:11; 21:1).
Comprendo que algunas personas comparan el día del Señor que el apóstol Pedro describe con otros días del Señor que fueron juicios temporales, pero hay distinciones notorias y el contexto claramente lo aparta de todos los demás juicios y todas las demás destrucciones efectuadas por Dios a través de la historia humana (incluyendo la destrucción de Jerusalén en el año 70).
En cuanto al contexto: 2 Pedro 3:3-7 presenta la burla de aquellos que negaron la certeza de la segunda venida del Señor para destruir esta creación material. Sabían muy bien que ninguno de los juicios que vinieron desde el diluvio en el tiempo de Noé era el cumplimiento de aquella promesa (incluyendo la destrucción de Jerusalén). Se suponía (correctamente) que para que la promesa se cumpliera, debería haber una destrucción de todo. Ciertamente todos aquellos juicios temporales eran sombras del venidero, pero no llegan ni cerca al nivel de la destrucción que se espera.
En cuanto a la descripción: Es cierto que Cristo declaró en Mateo 24:35 que “el cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán” pero no declaró que iban a pasar como parte de Su venida sobre Jerusalén. Su punto en esta afirmación es sencillamente el contraste entre la naturaleza pasajera del universo material y la naturaleza permanente y segura de Su advertencia. Acaba de declarar que todo lo que Él les estaba advirtiendo iba a suceder antes que pasara la generación que estaba viva en aquel momento, pero NO incluye la destrucción del cielo y la tierra como parte de Su descripción de la destrucción de Jerusalén. Le refiero a nuestro estudio sobre Mateo 24 para más información.
Además, la descripción que encontramos en 2 Pedro 3:10,12 es incomparable porque especifica que “los elementos” que componen “los cielos” serán “deshechos” (luó – griego – significa literalmente “desatados” o “desunidos”). Entiendo que los lazos químicos y físicos que mantienen unidos a los elementos básicos que componen el universo físicos serán “desatados” o “desunidos” el uno del otro y como resultado todo lo material que Dios hizo será “des – hecho”. Utiliza la misma expresión tres veces en 2 Pedro 3:10-12. Esto es diferente del lenguaje figurativo que encontramos en la profecía de la destrucción de Jerusalén y otras profecías acerca de juicios temporales que Dios trajo sobre diferentes pueblos.
Afirma en 2 Pedro 3:11 que “todas estas cosas han de ser deshechas” y que esta realidad debe afectar nuestra conducta y nuestra actitud hacia el día del Señor al grado que estaremos “esperando y apresurando” la venida de aquel día. No era esa la actitud de los discípulos en cuanto a la destrucción de Jerusalén. De esa destrucción iban a temer y huir (Mateo 24:16-22). Pero no hay instrucciones en 2 Pedro 3 de huir sino más bien de anhelar y apresurar la venida del gran día de Dios. ¿Por qué anhelarlo? Lo anhelamos porque ese día nos introduce al cielo nuevo y la tierra nueva en los cuales mora la justicia (2 Pedro 3:13). En las palabras del Apocalipsis 21:3 cuando hayan pasado la primera tierra y el primer cielo “ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor”. ¿Describe esto lo que sucedió para el pueblo de Dios después de la destrucción de Jerusalén? De ninguna manera. Lo que describe es lo que sucederá después del día final cuando Cristo haya venido y nos haya introducido a la gloria celestial que nos espera.
Otra distinción entre la venida de Cristo para la destrucción de Jerusalén y Su venida en el día final es que antes de la destrucción de Jerusalén les dio una señal muy específica para que se huyeran de la ciudad: Jerusalén rodeada de ejércitos (Lucas 21:20) también llamada la abominación desoladora (Mateo 24:15). ¿Hay señal específica de la venida de Jesucristo en el día final? No la hay. ¿Hay instrucciones para huir? No las hay.
No se ha efectuado la segunda venida de Cristo todavía. La venida en el año 70 no fue Su venida en el día final. Todavía la esperamos y la apresuramos con gran confianza. No es un día que tememos sino un día que amamos y anhelamos todos los siervos de Dios.
En otra pregunta y respuesta encontrará un resumen de información básica acerca de la segunda venida de Cristo. Espero que esta información también nos ayude a no estar confundidos sobre la venida del Señor y la gran esperanza que vive en nosotros.