Pregunta:
¿Por qué nuestro Dios nos marcaría dos destinos?
Respuesta:
El mandamiento principal en toda la Biblia es AMAR A DIOS CON TODO NUESTRO SER (Mateo 22:37,38). Creo que la preeminencia de este mandamiento señala claramente el propósito de Dios en crear al hombre. Dios desea AMAR y SER AMADO porque Dios es AMOR (I Juan 4:8). Para poder amar uno tiene que tener la capacidad de NO amar, o sea, tiene que tener libre albedrío. Y obviamente, al crear Dios al ser humano con libre albedrío, algunos iban a decidir NO amarlo en vez de amarlo.
Por tanto, Dios ha dejado en el hombre la capacidad de escoger el camino que desea seguir en esta vida y el destino eterno al cual ese camino le lleva.
La justicia y la santidad de Dios NO permiten que more en presencia del pecado. Por tanto, el pecado no separa de Dios (Isaías 59:1,2). Pero el mismo hombre es aquel que escoge la condenación cuando decide NO amar a Dios (y como resultado NO obedecer a Dios).
Además, ¿cómo le gustaría vivir eternamente en presencia de homicidas, borrachos,mentirosos, adúlteros, homosexuales, ladrones e idólatras?
Sé muy bien que esta explicación no está completa, pero quizá le dé algunas ideas sobre la inquietud que manifiesta en relación a los dos destinos posibles para el ser humano.